¿Serías capaz de definir qué es el progreso? Ya de
entrada, con esta sencilla pregunta, más de uno habrá errado al confundir
progreso con otro término como es el confort: pues no es lo mismo avanzar que
tener más comodidad, y estas dos concepciones, aunque a veces están
relacionadas, no siempre es así y tendemos a confundirlas.
Marx, en su análisis que realizó a la sociedad capitalista, concluyó que ésta se basa en el beneficio que se genera a costa del trabajo del obrero. Para entender lo que esto supone, pasaremos a explicarlo de una manera sencilla. Por una parte, el empresario posee unos medios de producción y el obrero, a partir de esos medios, produce una serie de bienes que tienen un valor en el mercado por el cual se compra. Para obtener beneficio, el empresario tiene que vender el producto a un precio que reporte ganancia y esto sólo se puede lograr si se resta valor al esfuerzo y el tiempo trabajado para elaborar el producto. Por lo tanto, para conseguir esta ganancia capitalista, únicamente se paga una parte del tiempo trabajado quedando el resto del tiempo sin pagar. Este tiempo sin pagar es lo que llamamos plusvalía, y corresponde al beneficio que obtiene el capitalista, siendo el proletariado, la clase obrera, caracterizada por tener que vender su fuerza de trabajo.
Esto, que a priori parece simple y sin ningún peligro para
el hombre, puede convertirse en una de las mayores amenazas para éste. En este
sentido, a grandes rasgos podemos poner el ejemplo de algunos países asiáticos
donde existe mano de obra barata. En condiciones inhumanas, trabajan entre 10 y
14 horas para obtener unos salarios insignificantes con los que salir adelante
en sus vidas, con lo justo para poder vivir, pero nada más. ¡Y de nuevo esa
espada contra la pared! O vives para trabajar o trabajas para vivir, y si esto
no es así, probablemente acabes en un gueto alejado de la visión de esta
humanidad, apartado en una esquina del mundo como el que oculta sus secretos
debajo de la cama, creyendo que allí nadie lo verá… siempre que no se fije lo
suficiente. Pero este problema no queda aparcado a un rincón de este extenso
planeta azul, sino que más bien es un PROBLEMA GLOBAL que nos afecta a todos. Y
os preguntareis, ¿de qué manera la explotación en un país tan alejado de mi
residencia, puede afectar a mi forma de vida? La respuesta es bastante rotunda:
el mayor beneficio que obtienen las empresas a costa del trabajo de estas
personas provoca que estos imperios capitalistas desplacen sus negocios hasta
estos países donde los derechos humanos son como el cuento de la lechera, todo
el mudo ha oído hablar de él, pero no deja de ser una fantasía alejada de la
realidad. El aumento de producción y beneficio de estos países tiene unas
consecuencias inmediatas: aumento de paro e incertidumbre laboral en los países
ricos, pues para qué van a comprar nuestros productos si en los países pobres
los producen más baratos. Esto genera aún más explotación y esclavización por
parte de los empresarios que se aprovechan de la desesperación de la gente ante
la necesidad de sacar a sus familias adelante con un salario… aunque sea
injusto y en condiciones indignantes. El arma de los capitalistas es sencilla: o
trabajan en las condiciones que les ofrezco y me entregan los productos al
precio que me interesa, o me busco a otro que se arrastre por el suelo para que
mi empresa puede obtener mayor beneficio. Esto sin duda se ha incrementado en
los últimos años con la aparición de grandes multinacionales que disminuyen la
competencia por la desaparición de las pequeñas empresas haciendo todavía más
fácil imponer sus normas a modo de régimen dictatorial… a pesar de la
legislación que existe para regular el derecho de los trabajadores. Pero ya
saben, ¡las leyes y el cuento de la
lechera otra vez! Siempre quedará el ruido que puedan hacer los sindicatos,
siempre que no venga un listo que ponga precio a su silencio…
Ya han visto que por muy grande que sea el mundo, a modo
de puzzle, unos estamos conectados con otros e inevitablemente, un problema en
una esquina del marco puede provocar que toda la imagen de este rompecabezas se
derrumbe lentamente, pieza a pieza, vida a vida, dejando entre ver que todos,
de una manera u otra, estamos interconectados para lo bueno y lo malo. Por
ello, queridos amigos, si algún día la injusticia llama a la puerta del vecino,
no piensen que el problema ajeno no es algo que me pueda afectar y se escondan
en la suya pensando que así la evitarán, pues tarde o temprano, conectados por
algo que no podemos ver, la injusticia también
llamará a la nuestra. De esta manera, podemos comprender que el crecimiento
económico ligado a la sobreexplotación y pérdida de derechos por parte de los
trabajadores no forma parte del progreso. ¿Hay evidencias de que cada vez se
valora menos la labor del obrero? ¿Hay signos de una “progresiva” explotación? Como
no es lo mismo verlo que contarlo, os las dejo para que vosotros mismos podáis
apreciar cómo se puede trabajar más y más… y ser más pobre cada vez.
http://economia.elpais.com/economia/2013/03/13/actualidad/1363205698_905801.html
Claro que siempre habrá gente que diga que el pobre lo es
porque se lo ha buscado, porque no quiere trabajar, porque no busca trabajo… y
demás insensateces contaminadas por el pensamiento tradicional, cerrado e ignorante
del humano que no quiere ver lo que es una obviedad. Y no los juzgo por ver las
cosas así, quizás esta contaminación
involuntaria a la que estamos sometidos diariamente sea lo más detestable de
todo este entramado… porque, ¿qué puedes esperar cuando los altos cargos nos
venden la COMODIDAD y el CAMBIO como el progreso hacia una “humanidad mejor”?
Que el humilde e inofensivo ciudadano de a pie, ceda y acepte que si lo dicen,
es porque es así sí o sí.
Atendiendo a cada uno de los factores por separado podemos
abrir los ojos más fácilmente. La TECNOLOGÍA y su consecuente COMODIDAD,
encaminada a la facilidad del hombre, no es más que una excusa para aumentar la
producción a la hora de llevar a cabo su labor en este proceso. Obviamente esto
tiene sus ventajas, pues es más fácil enviar un sms o llamar con un móvil que
mandar una carta como hacían antes. ¿Pero es más humano ir en el metro y mirar alrededor,
ver mundos separados por la carcasa de un móvil enviando mensajes sin parar?
¿Es más humano que las reuniones familiares o de amistad se conviertan en
reuniones individuales con el móvil en la mano? Reconozcámoslo, cada vez pasa
más. Y bien es cierto que todo en una cierta medida es bueno, ¿pero quién nos asegura
que esto no se nos puede ir de las manos? ¿Quién tiene la certeza de que no
caminamos hacia una “progresiva” deshumanización? Puede que pronto las calles,
los parques, las plazas queden vacías… por no tener niños que acoger, vendidos
al calor de un ordenador que les da todo lo que piden, pero que les hace un
flaco favor. Pero como digo, esto no se verá en 10, 20 años… quizás deban de
pasar varias décadas y quién sabe, a lo mejor sea tarde cuando queramos
remediarlo.
Por otra parte encontramos el cambio. Si, nuestra sociedad
ha cambiado en muchos aspectos… pero todos físicos. ¿Acaso ahora las personas
son más respetuosas y menos egoístas, falsas e hipócritas que antes? Obviamente
todos tenemos momentos para todo… pero esas ansias de poder y dominio, que en
ocasiones nos muestran una sociedad dividida, con estamentos separados como en
ese Antiguo Régimen del que tanto “hemos cambiado” y donde el pueblo llano es
el que siempre carga con la responsabilidad y el peso de las desacertadas
decisiones de los políticos y bancos que ahora pueblan el techo de esta
pirámide societaria; esas ansias, no han cambiado.
También ha cambiado la riqueza en el país y lo hace
continuamente. Los políticos nos marcan la senda del “progreso” como el
crecimiento económico para 2014 y este crecimiento es la mayor evidencia para
ellos. Pero perdonen, ¡se han olvidado de lo más importante! No es el
crecimiento, sino la distribución del crecimiento económico, que creo que en
eso también progresamos…http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/03/20/actualidad/1363816774_200137.html?rel=rosEP
Llegado a este punto, siguiendo con un tono sarcástico e
irónico como he mantenido durante la crítica me gustaría acabar con otro
ejemplo gráfico. Si el crecimiento económico, el cambio, la tecnología y la
comodidad es el progreso: si a un gorila le doy dinero, lo maquillo y lo visto,
le doy un ordenador y un móvil de última generación para que le sea más cómodo vivir,
¿está progresando? De nada serviría esto si no lo educamos, porque la educación
es la base del progreso. Una educación que dote a la persona de los valores que
poco a poco vamos perdiendo…. Porque el hombre tiene un gran potencial, pero
para que pueda actuar como tal, necesita ser educado… porque el ser que no es
educado, poco o nada tiene de dispar con el gorila del ejemplo.
Este progreso superficial que nos venden tiene un alto
precio: la corrupción, los desahucios, todas esas familias que viven en la
calle por no tener un lugar donde ir mientras los bancos acumulan casas vacías,
la esclavitud de los trabajadores en los países menos desarrollados… ¿Pero sabéis
quien paga los platos rotos en el camino progresivo a esta zoociedad?
Otra mas de tus publicaciones muy interesante y de verdad nuevamente a reflexionar hacia donde caminamos, hacia donde camina la juventud...gracias David por esta publicación.
ResponderEliminar,¡BUEN TRABAJO SOBRINO,LA FUERZA DEL EGOISMO SIN LIMITES, BUEN TRABAJO SOBRINO¡
ResponderEliminar