domingo, 12 de abril de 2015

El Comienzo de la Victoria

Ningún comienzo es fácil, pero no hay nada imposible. No podemos asegurar nada, pero nadie podrá arrebatarnos esas ganas de seguir soñando. Esto, que comenzó como una aventura, se convirtió en una dulce travesía, un largo camino que te atrapa y del que no quisiera escapar.



Es difícil explicar cómo se puede escribir sin saber precisamente eso, escribir. No llegaría a los 4 años cuando, sentado en una silla, narraba aventuras de personajes inventados, mientras la grabadora inmortalizaba cada palabra y mi madre lo plasmaba en hojas para que yo pudiera recordarlo tiempo después. Quizás uno ya nazca con esa semillita que te empuja a sembrar para que algún día, en un recóndito lugar de este inmenso mundo, pueda brotar eso que habita en ti. Seguramente sea una de tantas cosas que se nos son dadas y no elegimos, un regalo que nos llega sin esperar nada a cambio; no puedo ocultar lo agradecido que me siento en este sentido.

Uno pone el interés y la ilusión; el tiempo, que tanto nos tortura por momentos, en este caso se encarga de hacer el resto. Cuentos, historias, redacciones y un intento de libro se cruzaron en mi camino hasta que finalmente di con la obra en cuestión. Bueno, más bien, uno siempre trata de buscar ese cruce, de tentar a la suerte, desafiar al azar. No se si bien o mal, pero lo cierto es que a los 16 años comencé a narrar la historia que hoy os presento, y aunque la acabé dos años después, pasaron varios años hasta que lo pasé de aquel viejo cuaderno al ordenador y me decidí a publicarlo. Desde el blog me gustaría compartir con vosotros algunas de las preguntas que me han hecho:

¿“El comienzo de la victoria”? Por una parte esto no deja de ser un comienzo para mí. Pero más allá de este sentido, la obra trata de buscar una reflexión sobre la vida, nos sumerge en una historia donde todo es el comienzo de todo, " porque todo empieza cuando crees que ha acabado". Cada acción tiene su debida consecuencia y aunque a veces deberán pasar años hasta poder ver los resultados, siempre es grato dejar buenas intenciones en el mundo. Más allá de lo que muchos creen la victoria nunca llega cuando todo va bien; el trofeo, el mérito o la felicidad es sólo una consecuencia a tu valiente actitud. ¡Qué importante es avivar la llama de la ilusión y soñar despierto! Pero entonces, ¿Cúando llega el comienzo de la victoria? ¿Qué significa? ¿Por qué llamaste así a la obra? Os invito a que lo descubráis en el trasfondo de la obra.

A lo largo de la novela encontraréis el drama y el humor mezclado en diferentes fases de la historia, pues como en la vida misma, la alegría y la tristeza se fusionan de manera indistinta en cada una de nuestras vivencias, no habitan por separado; la muerte no es más que un mero recuerdo de cuán importante es vivir de manera intensa. El protagonista iniciará una búsqueda hacia la verdad de la vida y de su vida en sí, guiado por las pautas que marcará una extraña mujer que representará el misterio de la vida, pues esta nunca deja de sorprendernos.

¿Por qué el protagonista se llama Tordo Ibáñez? Muchos me han hecho esta pregunta  entre risas cuando les he desvelado el nombre del protagonista. Es cierto que no es un nombre común y resulta algo gracioso al pronunciarlo, pero la explicación es que precisamente buscaba algo totalmente diferente  para que la gente no la pudiera asociar a una persona real. En este sentido me gustaría destacar que LA NOVELA NO TRATA DE MI VIDA, aunque muchos buscarán ciertos parecidos y harán comparaciones. Mi consejo es que no perdáis el tiempo comparando y sacando conclusiones donde no las hay, porque aunque es verdad que algunas vivencias de la juventud han inspirado algunas de las escenas y personajes que aparecen en la novela, LA HISTORIA ES TOTALMENTE INVENTADA Y LOS PERSONAJES NO SON REALES. Ahora eso sí, ¿alguien conoce a algún Tordo Ibáñez? El protagonista será el Tordo Ibáñez de Madridejos, un personaje peculiar y único.

Antes de finalizar esta entrada, me gustaría hacer una parada especial. Quisiera agradecer a todos los que han hecho posible este libro, tantas personas que me han ayudado a madurar en lo personal y todos los lugares que han inspirado mis historias. Mención especial a mi pueblo, Madridejos, que me ha visto crecer y es el lugar donde se desarrolla parte de la historia. Pero también a otros lugares como Ribadesella, Bournemouth, Alcázar de San Juan y Oviedo que aparecen en la novela. En este sentido me parece muy importante agradecer, yo sólo soy un nexo entre la vida y las palabras. Mérito ninguno. Gracias de nuevo.

Por último invitaros a descubrir la vida de Tordo Ibáñez, espero que os guste y además de entreteneros, sirva para algo. No me gusta escribir en vano, siempre busco dejar una enseñanza o una reflexión a modo de moraleja, algo así como un cuento pero un poco más grande. Aún queda mucho que mejorar, que crecer, porque nunca dejamos de aprender. Me encantaría que me acompañarais en esta aventura. ¿Estáis listos? Bienvenidos.


Ejemplares disponibles por internet en Editorial Círculo Rojo, Amazon, Papelería Arcos, Papelería Cervantes  o contactar conmigo.
Enlaces: 
http://www.amazon.es/dp/849095593X

http://editorialcirculorojo.com/el-comienzo-de-la-victoria/




sábado, 4 de abril de 2015

Un segundo, una eternidad

Suspiros que salen del alma. Palabras que fluyen en una riada de sentimientos. Tu mirada junto a la mía; y tu mano, que lentamente cae para no volver jamás. Todo eso ocurrió en un mero segundo, una nada en realidad, pero que cambió nuestras vidas para siempre.




¿Cuántas veces habremos despreciado esos segundos esperando en una parada de bus, una estación o haciendo cola? Cuántas veces habremos despreciado lo pequeño… ¿no? Poca gente se agacha por un céntimo, pero es la suma de esas pequeñas decisiones, las que marcan la diferencia. La vida es eso, una pequeña suma de momentos y segundos disfrazados de lugares, personas y emociones; porque al final sólo recordaremos el lugar donde todo comenzó, las personas que nos acompañaban allí y el sentimiento que despertaban.

Olvidaremos el segundo en el que el destino nos empujó a tomar esa decisión, donde nada volvería a ser igual tras ello. Cada movimiento en este tablero cuenta en un proceso de ida y de no retorno, porque cada marca en nuestro cuerpo es un eco que el silencio se encargará de recordar. Pero si hay algo que siempre grabaremos en nuestras mentes es el preciso instante en el que cogimos el teléfono para recibir la noticia; y cómo lentamente el llanto sucumbió ante un grito de horror e incredibilidad, el silencio acudió a la llamada y poco a poco inundó nuestros cuerpos. Un silencio turbio, tenebroso, diferente; nada a lo que podamos comparar.

¿Por qué a ella? ¿Por qué a él? ¿Por qué a esas 70, 150, o 200 personas inocentes? Nunca nadie podrá saberlo, porque la tragedia nunca da razones, no avisa, no es justa, no permite despedidas, no entiende de esperas ni ocasiones. Pero a veces, nos da otra oportunidad para nacer de nuevo, para mirar el mundo con otros ojos, apreciar cada segundo que puede cambiar nuestras vidas para bien o para mal.

¿Cómo olvidarlo? Su garganta muda y el alma rota en mil pedazos; sus ojos inundados en un mar de lágrimas y la mirada perdida en la oscuridad del horizonte; las manos clamando al cielo y sus rodillas clavadas en el suelo. El mundo parecía un gigante ante su pequeño ser, todo parecía inexplicable, difuso. Una vida partida, y un futuro borrado. Una amistad desecha y un amor truncado. Todo eso pudo ocurrir en aquel fatídico segundo, una nada en realidad, que despreciamos una y otra vez en el azar de nuestras vidas; pero que puede dejar un estigma para el resto de la eternidad.




¿Todavía los desprecias? No esperes a que el destino llame a tu puerta, no dejes que la tragedia te bañe de dolor y arrepentimiento. Vive, comparte. Todo puede cambiar en eso… un segundo.