Cierra
los ojos una vez más, pero no parpadees. Mira a tu alrededor, verás que puedes
ver más allá de lo que tus ojos te ofrecen, mucho más lejos de lo que tu
mentalidad puede ver. Allí, en un recóndito lugar de tu ser habita la verdad.
Pero vuelve a mirar a tu alrededor, y observa como los videntes se ciegan y los
ciegos empiezan a ver, a ahondar en la verdadera realidad. Pero ve más allá, no
ceses en el intento; porque ciego es sólo el que viendo la auténtica realidad,
prefiere mirar hacia otro lado.
Pero
aun así, la insensatez de esta sociedad podía ir más lejos que de dejar gente
en la calle y casas vacías incapaces de venderse. Porque robar por hambre será delito, pero la
corrupción del político siempre será respaldada por altos cargos. ¿Puede haber
algo más cruel?
Pero
volvamos a mirar alrededor, para ver que comenzamos a despertar, para ver que
empezamos a ver lo que otros no ven. Y que en esta desgraciada paradoja vemos
como la crisis arruinó centenares de bancos, los ahorros de miles de familias
desaparecieron, aquellos sueños e ilusiones se esfumaron de una forma brusca y
dolorosa. Pero no teman, dijeron algunos, que el gobierno solventará los
agujeros bancarios con dinero del estado, sí, de ese estado que somos todos, al
final pagamos entre todos a los bancos…esos mismos bancos que ahora nos dejan
en la calle.
Caminando
en esta paradoja, descubrimos cómo bajo nuestros pies, resurgían grandes
edificios, estructuras que parecían deslumbrar a media Europa o al mundo entero. ¡Cuánta tecnología! ¡Vaya
medios de transporte! Presumían desde aquí; pero olvidaron que la grandeza de
un país se forja en la formación de las personas, porque el estado lo forman
las personas. Quizás ahora podremos
presumir de aquellos aeropuertos como el de Ciudad real o Castellón vacíos, de
esos tramos de carretera que no van a ninguna parte, de esos hospitales a medio
construir como el de Toledo que no salvarán ninguna vida… y cómo al mismo
tiempo, miles de mentes brillantes abandonan nuestro país en busca de unas
condiciones de vida mejores. Quizás así, creceremos como país, con
infraestructuras vacías de mentes capaces de darles un uso apropiado. Eso
debieron pensar…. Una vez más en esa incoherencia tan propagada.
Si
miramos más allá de un país, un color o una bandera, queremos acabar las
guerras pero vendemos armamento a países en conflicto. Queremos acabar con el
hambre en los países africanos mientras en el resto del mundo cada vez es mayor
el índice de obesidad infantil. Queremos acabar con el calentamiento global
pero tan codiciado es el descubrimiento de los pozos petrolíferos que se
pierden millones de dólares con esos fines. Queremos descubrir la cura de
grandes enfermedades cuando todavía hoy, en muchos países, muere gente por un
simple resfriado. Queremos acabar con la
esclavitud humana cuando cada vez son peores y lamentables las condiciones de
empleo. Pero el ser humano es así, capaz de descubrir el fuego para solventar
el hambre, o utilizar armas de fuego para saciar las ganas de venganza.
Cuando
no nos quede nada, y todo sea un suplicio, será importante la actitud para
afrontar los desafíos que nos plantea la vida. La sociedad podrá
condicionarnos, pero las personas van más allá y quizás algún día, sea la
sociedad quien se adapte a las necesidades de su pueblo. Porque descubrí que
aún en las peores condiciones, todavía queda lugar para sonreír y sacar una
sonrisa a los demás. Podrán quitarnos nuestro hogar, nuestro dinero, nuestro
negocio, nuestra salud…. Pero nunca podrán arrebatarnos lo que somos, seres con
ganas de vivir y ser felices, aunque nada o nadie quiera verlo.
Me ha gustado mucho el video, muchas gracias por tu aportación al blog, lo pondré en la entrada!
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